
A comienzos de 2025 se han puesto de moda diferentes aplicaciones que, insertando una imagen en la que aparecen dos personas, generan un vídeo con Inteligencia Artificial (IA) de ambas besándose. De hecho, la tecnología provoca que el gesto tenga una gran apariencia de realidad, lo que suscita un debate sobre cómo afectan estas recreaciones al derecho fundamental a la propia imagen.
Ya en mayo de 2023, el Socio-Director de AVERUM Abogados, Mario Bonacho Caballero, advirtió en un artículo publicado en Economist & Jurist sobre las consecuencias de los deepfakes generados con IA dado que “la inteligencia artificial ha traído consigo la creación y recreación de situaciones totalmente falsas, trasladando al espectador medio situaciones torticeras e irreales que en muchas ocasiones han concluido con la vulneración del derecho al honor del personaje en cuestión, así como de su derecho a la propia imagen”.
En cuanto a los diferentes sitios web que permiten la confección de un vídeo de dos personas besándose a raíz de una imagen u otro vídeo, ha habido usuarios en redes sociales que los han usado con personajes públicos. El pasado fin de semana tres futbolistas del Real Valladolid –que milita primera división– tuvieron una fuerte bronca en el banquillo de su equipo que casi llega a las manos cuando el conjunto vallisoletano iba perdiendo 3-0 contra el Getafe. De esta manera, una cuenta de ‘X’ creó un vídeo en el que dos de estos jugadores, en vez de discutir, acaban dándose un beso; publicación que ha alcanzado el medio millón de visualizaciones. “No me puedo creer que estas cosas sigan ocurriendo en los campos de futbol en pleno siglo 21”, dice el post en tono irónico.
Así las cosas, cabe recordar que el artículo 7.7 de la Ley Orgánica 1/1982 de protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen recoge como intromisión ilegítima “la imputación de hechos o la manifestación de juicios de valor a través de acciones o expresiones que de cualquier modo lesionen la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación”. En consecuencia, este supuesto se enmarca dentro de las recreaciones de besos falsos, ya que el autor de las mismas puede provocar que estos vídeos atenten contra la dignidad de las personas que salen en ellos, y, consecuentemente, contra su derecho al honor.
Igualmente, la jurisprudencia española ha establecido que el consentimiento es preceptivo cuando se publica una fotografía de una persona bien en un medio de comunicación o bien en una red social, ya que si este no se ha recabado se puede producir una intromisión ilegítima en su derecho a la propia imagen. Por todo ello, los besos falsos que se están elaborando con IA y después difundiendo en redes pueden ocasionar un perjuicio a los que aparecen en ellos, y una vulneración de sus derechos fundamentales.